En unas oficinas se han estado presentando problemas con el sistema de calefacción. Durante el invierno, varias zonas del edificio se quedan sin calefacción por horas o incluso días debido a averías frecuentes. Esto no solo afecta la comodidad de los trabajadores, que han comenzado a quejarse del frío, sino que también está impactando en la productividad. Además, las reparaciones constantes están resultando costosas, y el sistema actual consume mucha energía, lo que incrementa los gastos.


Para solucionarlo se cambiara todo el sistema de calefacción, podríamos empezar renovando las zonas más críticas, como las áreas de trabajo principales o las salas de reuniones. Esto permitiría mejorar las condiciones sin necesidad de interrumpir por completo las actividades diarias en las oficinas.


Mientras tanto, como medida temporal, podríamos colocar calefactores eléctricos en las áreas más frías para garantizar el confort de los trabajadores. También se podría ajustar el horario de uso del sistema actual para optimizar su funcionamiento y reducir el consumo energético.